Visto lo visto, y teniendo en cuenta el resultado espectacular de Rajoy en las pasadas elecciones, pese a su ínfima imagen política y su carencia de "buenrollismo", voy cayendo de la burra.
Puedo afirmar sin vergüenza que las elecciones empezaron a perderse cuando el Señor de las Barbas castigó contra la pared al simpático (y falso) Ruiz Gallardón, amén de a la pizpireta, alcanfornada y en ocasiones rancia (pero siempre eficiente) "Espe"(ranza Aguirre). Ambos castigados por el erróneo aquél de no suscitar envidias que en realidad ya estaban presentes.
El haberse desprendido de uno solo de estos "pilares" podría, a lo sumo, haber llegado a ser una piedra en el zapato de Rajoy (independientemente de su aún por decidir éxito o fracaso posterior). Pero el error de desligarse de ambos pueden ser los clavos que sellen la tapa del ataúd de su derrota.
No me cabe duda de que tanto Alberto como Espe están moviendo sus fichas para subirse a las barbas del cansado y derrotado padre. Y si algo nos ha enseñado la biblia es que hasta los mas fieles apóstoles pueden negar al maestro en cualquier momento por mucho que a día de hoy juren su fe. Dos candidaturas alternativas se preparan para el congreso de junio. Si saldrán adelante o no, no depende por completo de los alquimistas Alberto y Espe, sino de la consecución del ingrediente secreto para la poción mágica del destronamiento.
Por pronosticar que no quede:
Gallardón intentará que el (todopoderoso pero acorbardado) Grupo Prisa se desdiga al fin de su fe socialista y apoye o alabé a la derecha light que el gafitas propone...
PD: ... y pensar que una pizca de democracia interna bastaría para no pasar por estos dolores de cabeza...
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