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domingo, 14 de junio de 2009

The Wire: como la vida misma...

Intro de la 2ª Temporada, la canción es de Tom Waits.
Hay una canción (no la que encabeza este artículo sino Body of an American by The Pogues) que suena en los oficiosos funerales policiales de esta serie, quizás sea mejor decir despedidas fraternales con el finado sobre la mesa de billar de un bar irlandés, que dice: "The man on wire, who was often heard to say, I´m a free born man in the USA" (Al hombre en la cuerda floja, se le oía decir, soy un hombre nacido libre en los Estados Unidos). Y si, libres... pero muchos, a pesar de todo, esclavos.


The Wire es probablemente la mejor serie policíaca de todos los tiempos, pero claro, eso es una opinión. En cambio si nos ponemos objetivos no es desatinado proclamarla como la mas fiel y verídica que se ha filmado nunca. The Wire es ficción, que no se nos olvide, pero una ficción que podría reemplazar a lo que ocurrió de verdad sin que nadie nos diéramos cuenta. The Wire son las calles de Baltimore, ciudad independiente (no pertenece a ningún condado) del Estado de Maryland. Ciudad prospera, de alto nivel de renta media, con mas de medio millón de almas, pero muchas de ellas perdidas y muchas acabadas. Decía antes que muchos son esclavos, y es así. Las clases bajas que forman la casta de las drogas, niños que empiezan a vender en las esquinas de los peores barrios a las ordenes de un traficante menor, al que acabaran sustituyendo cuando a este lo "trinquen" o lo "limpien". Y desde arriba, los gordos traficantes, blanquean su dinero y sobornan a los políticos de turno asegurándose que nada cambie. Determinismo.

The Wire, tiene un título polivalente. Pude significar "el alambre" (que viene a ser la cuerda floja) o puede significar "cable" en referencia a los sistemas de escuchas. También puede tomarse como el hilo que une todo (algo asi como la red). Tomando el segundo sentido, retrata a muchos personajes que han existido en las calles de esta ciudad, desde harapientos vagabundos a trajeados mandamases. Así la trama se sustenta en las "escuchas policiales" adaptándose tecnológicamente al momento. Y a través de ella se radiografian desde los bajos fondos hasta a los ladrones de guante blanco, sentándose cada temporada en una silla: los narcos, las aduanas, los políticos, el sistema educativo y la prensa, cada una con su propia corrupción, con su mentira familiar.

Muchos personajes estan basados en personas reales con historias reales. De hecho muchos actores vienen de esas mismas calles. El guionista principal, David Simon, mamó todas esas historias como periodista policial en la ciudad. Le acompaña al lapiz, Ed Burns, ex-miembro del cuerpo policía (detective que realizó escuchas similares) y ex-profesor de primaria en un barrio marginal. Se explican con detalle los métodos exactos que utilizó la policía. Hay personajes brutales y carismáticos, como Omar Little (del que el propio Obama ha hablado), pistolero independiente, gay tierno y asesino sanguinario, que robaba a los grandes traficantes, hombre de honor... Una serie real, con actores del propio Baltimore, con su jerga y su apariencia, con su acento, donde los personajes principales mueren de un tiro inoportuno, donde los políticos cortan investigaciones por motivos económicos, donde los policías se emborrachan o se quedan dormidos cuando no deben, donde los que mandan son mas corruptos y dañinos que los propios delincuentes, donde los "malos" no son tan malos y los "buenos" no son tan buenos. A veces hay que hacer el mal para conseguir el bien. A veces buscar el bien puede costar la vida.

Es la única serie que he visto a la que no le sobra un solo capítulo. 6o episodios imprescindibles en 5 temporadas necesarias. Mas cercana (en cuanto a calidad) a productos como "El Padrino" que a "CSI", supera por goleada a todas las series "procedimentales" donde los buenos son listos, guapos y tienen cientos de miles de dolares para hacer análisis de ADN a cada pelo de un don nadie, resolviendo así el problema en 50 minutos. Aqui no siempre salen las cosas bien, se falla y se fracasa, se desiste o se resiste, pero sin garantias ni certeza...

Es una serie que trata al espectador de forma inteligente, se despliegan las tramas a ritmo lento, no se explota a los personajes. Todo esta dispuesto para saborearlo como un buen vino, distintos matices que hay que buscar y disfrutar. Probablemente no sea propia para las cadenas generalistas. No me imagino apreciandola a alguien incapaz de acabarse un libro... Es televisión para gourmets.

The Wire ha acabado. Yo no puedo dejar de recomendarla como una de las grandes obras de principios de siglo. Y como dije antes... a la altura de "El padrino".

Para saber más:


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