Anoche falleció el Rey del Pop. Rey en todos los reinos, porque no hay fronteras para la música. Parece ser un cargo peligroso, se vive en eterna decadencia sin nunca ser destronado, como le pasó a Elvis. Es lo que tiene ser leyenda antes que rey.
Fue el MÁS en todo. El más joven, el más talentoso, el más rico, el más famoso, el más filántropo, el más vendido, el más excéntrico, el más vistoso, el más imitado, el más infantil, el más triste, el más abusado, el más explotado, el más deteriorado, el más pobre, el más desgraciado. El más negro y el más blanco. Perdió su color al mismo tiempo que la cabeza.
Nunca creí las acusaciones de pederastia. Un niño no puede ser pederasta. Y Michael era un niño. De otra forma no hubiera construido un parque de atracciones como residencia particular, no se hubiera refugiado en su Neverland del mundo de los adultos. Quizás necesitaba ser niño porqué nunca lo había sido. No pudo serlo. Los padres del chaval enviaron a su hijo a vivir con Michael, no de visita, a vivir. Mucho o muy poco querían a su hijo. Le demandan y luego retiran la acusación a cambio de una cifra, que no de justicia. Nunca me cuadró. Enfermo si, carencias afectivas si, pederasta no.
Fue el borrón de una vida de beneficencia. El artista que más ha donado nunca (Libro Guinness). El tipo que llevaba entradas a los orfanatos de las ciudades donde actuaba. Que ya de niño, con lo que ganaba, compraba golosinas para los niños de su barrio. Todo oscurecido. Lo volvieron a intentar, el Estado contra Michael Jackson, mas el jurado lo obsolvió. Perdió el juicio aunque nadie pudo condenarlo en un tribunal.
Deja un legado de canciones inolvidables, indiscutibles, canciones que imponen irremediablemente el movimiento. Se adelantaba siempre a su tiempo. Fusionaba géneros que, de forma independiente, ni siquiera estaban establecidos. Era un alquimista perfecto, con oído perfecto, con voz perfecta, bailarín perfecto. Propició saltos cualitativos en toda la industria. Sus vídeos (de niño me tapaba la cara cuando emitian Thriller, pero seguramente mis pies no dejaban de moverse), sus shows (no necesitaba 17 bailarinas para llenar el escenario), su parafernalia. Imitado pero inimitable. Dicen que también dibujaba, que escribía poesía (algo publicó hace años).
Desde su enajenación quería vivir 200 años. Se dice que dormía en una cámara de oxigeno puro, que tomaba tantos medicamentos que estos se convirtieron en drogas, como le pasó a Elvis. No ha pasado de los 50. Quería volver a los escenarios.
El Rey ha muerto.Viva el Rey.
PD: En España fue numero 1 el doble de veces que en Estados Unidos, y más que en ningún otro país, 26 veces.
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